Comenzamos un nuevo curso en Pastoral, en el que todos los colegios de la Congregación tenemos un objetivo común: formar una escuela en la que se trabajen los valores evangélicos siguiendo el carisma de nuestra fundadora Santa María Micaela.
Estrenamos curso y estrenamos también capellán: D. Ángel Molina Casalins, un joven sacerdote diocesano que, en su primer destino, va a realizar su labor pastoral como coadjutor en la parroquia de Santa María de Gracia y en nuestro Colegio.
Los primeros días de octubre, por tramos (según la nueva nomenclatura LOMCE) hemos realizado distintas celebraciones de inicio de curso:
Los pequeños se reunieron en la capilla para “reciclar” todos los errores y fallos que no queremos repetir este curso…en materia de estudios…en materia de amigos/as y buena convivencia…en materia de juegos y de respetar…en materia de decir la verdad y no hacer trampas ni con los compañeros ni con los profesores o padres…y dar gracias porque sabemos que en nuestra mochila llena de ilusiones y compromisos va también nuestro Padre Dios acompañándonos en nuestro camino.
Los mayores tuvieron Eucaristías de inicio de curso presididas por D. Ángel en las que las lecturas elegidas: Carta de San Pablo a los Colosenses, 3, 12-17 y la Parábola de los Talentos dieron pie a que, durante la homilía nos hiciera ver que somos unos privilegiados y que Dios quiere que seamos felices por eso tenemos que aprovechar lo que Dios nos ha dado gratis y ponerlo al servicio de los demás ya que el Señor cuenta con nosotros para continuar su misión que no es otra que decirle a todo el mundo que Dios nos quiere muchísimo.
También nos dijo que una manera de colaborar en el proyecto de Dios, es hacer bien nuestro trabajo…y nos recordó la máxima de San Benito: “Ora et labora”… palabras que les interpretó diciendo:… “Como estudiantes vuestro trabajo es el estudio y para un joven cristiano una hora de estudio bien hecha, es igual a una hora de oración”.
Terminó su homilía invitando a todos a no tener miedo a poner a Dios en nuestras vidas y a vivir con los pies en la tierra, pero con los ojos puestos en el Cielo.
El momento de la Paz también fue especial, ya que para que no se convirtiera en el “recreo” de la misa, lo dejó para el final y de manera cordial, fue estrechando la mano de todos.
Los profesores también tuvimos nuestro inicio de curso especial. El oratorio se quedó pequeño en el primer encuentro de oración de este curso.
Con la motivación: La pedagogía del Amor:…una vocación que deja huella…tuvimos nuestro momento de reflexión ya que de alguna manera, durante este año, dejaremos huella en el alma de cada niño, de cada joven… y en medio de lecciones fundamentales, tendremos la oportunidad de enseñarles a leer entre las líneas de la vida con ojos de fe.
Merecía la pena, empezar el curso haciendo piña y buscando en el silencio las fuerzas para “poner el sello” desde la autentica Pedagogía del Amor.
Nuestro grupo MEL también ha comenzado un nuevo curso. Se estrenan con nuevo horario, se van a quedar los viernes al mediodía.
Un grupo de jóvenes lleno de energía e ilusiones que quieren contagiar su amor a Santa María Micaela a todos nuestros alumnos.
Toda la Comunidad Educativa de nuestro Colegio quiere dejar huellas duraderas para que el rastro no sea efímero.
Nuestras ilusiones y esperanzas durante este curso marcarán el ritmo de nuestros pasos y en la medida en que vayamos descubriendo los dones de Dios, conociéndonos y conociendo a Aquel que habita en los corazones, para dar plenitud de vida, las huellas serán más profundas…
Ana Cruces y Mª Elena Berruezo
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