El Carácter Propio de los Centros Educativos Adoratrices se basa en el código genético de nuestra identidad, donde se expresan nuestros grandes deseos de mejorar la sociedad mediante la educación y se recogen los principios que dan sentido a nuestra misión de educadores desde el carisma micaeliano: Pedagogía del Amor.
Ideario - Carácter propio
Fomentamos en nuestros centros, de modo muy especial
- La formación espiritual, está en el centro de todo el desarrollo de la coeducación.
- Prevenir la desigualdad por razón de género, es uno de nuestros grandes objetivos.
- Educamos también en la importancia de la ecología, la paz, los Derechos del Niño y la cooperación desinteresada.
- Nuestros centros son un lugar para la experiencia en el que ayudamos a los alumnos/as a comprender e interpretar los hechos y a interiorizar las normas que favorecen el crecimiento interior. Estamos convencidos de que en lo más profundo de cada uno de nuestros alumnos/as, debe construirse un proyecto de vida, en el cual formen un todo armónico las ideas, las creencias, los valores y los comportamientos. Para el desarrollo de la interioridad, potenciamos la autoestima; la expresión de las vivencias y sentimientos; la capacidad de empatía, admiración, sosiego y silencio; el deseo de autenticidad, el agradecimiento, la sinceridad y la reflexión.
- Optamos por un modelo educativo abierto a la trascendencia, porque creemos en el valor transformador de la fe y en el poder educativo del Evangelio de Jesús, vividos en la comunidad cristiana al estilo de Sta. María Micaela.
- En definitiva, es sobre todo, una invitación para que toda la Comunidad Educativa se sienta implicada en la educación cristiana de los alumnos y alumnas de los Centros de Adoratrices.
Nos comprometemos en el desarrollo y mejora continua de una escuela de calidad porque
- Acogemos a todas las personas, con un proyecto que desarrollamos entre todos.
- Apostamos por la persona con propuestas de crecimiento integral desde todas las inteligencias.
- Preparamos para aprender a lo largo de toda la vida.
- Nos convertimos en testimonio y signo de Jesús y de una vida abierta a la trascendencia.
- Fomentamos el trabajo en red y la solidaridad con los más pobres.
- Actuamos de manera proactiva ante los retos y problemas de nuestro propio entorno, especialmente con los más desfavorecidos.